Anoche, en pleno insomnio, se me despertaron las ganas de dibujar. Tenía la sensación de tener un agujero que llenar, curiosamente, sacando algo de mí. Y de ser diestra con las herramientas del ilustrador me hubiese puesto a ello, pero yo solo sé dibujar con las líneas que forman las letras, que forman las palabras,Sigue leyendo «Una media novela en un baile de debutantes»